«(…) en aquel tiempo en que los errores de los falsos filósofos proliferaban, no tenían los platónicos una autoridad divina capaz de imponer la fe. Por eso se decidieron a ocultar su doctrina, obligando a los demás a buscarla. Eso era mejor que exponerla obligando a los otros a pisotearla. Cuando ya empezó a resonar el nombre de Cristo, entre el asombro y la turbación de los reinos terrenos, empezaron a asomar también los platónicos, dispuestos a exponer y manifestar la auténtica doctrina de Platón. Entonces floreció en Roma la escuela de Plotino, quien tuvo por discípulos en ella muchos agudos y hábiles varones. Más algunos de ellos se dejaron corromper por la curiosidad de las artes mágicas, mientras otros advirtieron que el Señor Jesucristo personificaba a la misma verdad y sabiduría inmutables que ellos iban buscando, y se pasaron a su milicia divina. De este modo quedaron apoyadas la cumbre de la autoridad y la cumbre de la razón en este único nombre salvador y en su única Iglesia, para rehacer y reformar al género humano»
San Agustín
Neoplatonismo
Con estas palabras, San Agustín nos muestra un camino hacía la verdad de Cristo a través de la filosofía neoplatónica. Sin embargo, para entender más nítidamente este pasaje debemos no olvidar que la óptica a través de la cual San Agustín explica, interpreta e interpela el neoplatonismo se basa en la ciencia de la fe como fin único y verdadero.
El pensamiento neoplatónico de San Agustín es esencialmente necesario a la hora de analizar la filosofía y el humanismo español del Siglo de Oro, más concretamente de la mística, ya que de aquel deriva la realidad inscrita en dicho movimiento. En efecto la poesía mística está vertebrada en gran manera por las ideas platónicas y neoplatónicas básicamente, pasando por encima a Aristóteles y en cierto modo la conjunción de ambas teorías filosóficas (platonismo y aristotelismo) que lleva a cabo Santo Tomás de Aquino; de ahí que sea necesario en primer lugar aclarar una serie de conceptos fundamentales respecto al mismo.
En primer lugar el neoplatonismo es un sistema geocéntrico con la peculiaridad de no referirse a ninguna religión en concreto sino que se basa en la reflexión filosófica misma, bajo una perspectiva afín a la doctrina religiosa. Además, es un sistema concebido de modo que recoge la cosmología, psicología, gnoseología, ética y estética, por lo que constituía una teoría firmemente acabada.
La noción trascendental en el pensamiento de Plotino es el monismo, que no es un concepto nuevo sino que ya había sido manejado con anterioridad por los hilozoístas y materialistas, con la peculiaridad de que éstos derivan el ser superior del inferior y el neoplatonismo hace lo opuesto, es decir, parte del ser superior para devenir el inferior, lo cual constituye una forma de panteísmo según la cual todo emana del ser absoluto.
Otro punto importante en la filosofía de Plotino es el alma (tercera hipostasis) como imagen de la inteligencia. En el alma, distingue dos niveles: el superior o intelectivo y el inferior o vegetativo/sensitivo.
Siglos más tarde, Jámblico establece una serie de premisas determinantes para el pensamiento de San Agustín:
(…).
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