Cuando Bécquer aparece en la escena literaria e intelectual española, las primera y segunda generaciones de románticos españoles como Espronceda, Duque de Rivas, Zorrilla, Gil o Avellaneda ya se consideran como maestros consagrados. Al año siguiente del nacimiento de Bécquer (1837) publica su primer volumen de poemas Zorrilla. Así pues, el Romanticismo que llega al joven poeta sevillano vive ya sólo de tópicos y ha perdido gran parte de su  vigor; es una nueva generación posromántica que comparte ideales con Coronado, Sanz, Palacio, Arce y Castro y cuyas características formales, estilísticas e ideológicas varían considerablemente de los primigenios conceptos románticos. Una poesía más íntima, menos retórica y exuberante, un lenguaje más sencillo y de mayor versatilidad e influjo popular, una voz velada y susurrante, melancólica e irónica a la vez, son algunas de las características que redefinen la poesía de esta generación tardía.

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No sería demasiado temerario pues afirmar que Bécquer, en cuanto a su teoría poética, puede ser reconocido como el primer vanguardista en lengua española. 

El misterio de la poesía de Bécquer (…).

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